Salud y Medicina (Health and Medicine ES)
¿Son el Bluetooth y el Wi-fi peligrosos para nuestra salud?

¿Son el Bluetooth y el Wi-fi peligrosos para nuestra salud?

Resumen:

  • El Bluetooth y el Wi-Fi se transmiten a través de ondas electromagnéticas de alrededor de 2.4 GHz, lo que se conoce como radiación microondas.
  • El daño potencial de la radiación electromagnética depende de la frecuencia y la intensidad.
  • Hay estudios que señalan que una radiación microondas muy fuerte puede causar daño celular e incluso puede provocar cáncer a una tasa baja en animales. Sin embargo, los resultados de estos estudios no son extrapolables a escenarios realistas en humanos, ya que tanto las señales Bluetooth como Wi-fi son de una intensidad muy baja.
  • Actualmente no hay pruebas de efectos adversos para la salud (como por ejemplo el cáncer) causados por el uso del Bluetooth, Wi-fi, o el teléfono móvil en humanos. 
Are Bluetooth and Wi-Fi dangerous for our health? FUN

Los teléfonos móviles están por todas partes. De hecho, algunas estimaciones sugieren que hasta el 81% de la población mundial podría utilizar uno [1]. Aunque las consecuencias de esta conectividad mundial están por explorar con el paso del tiempo, hay otra cuestión que ya ha suscitado un polémico debate: ¿Es seguro el uso de los teléfonos móviles? O, más concretamente, ¿Es perjudicial la radiación electromagnética asociada tanto al uso de los teléfonos inteligentes, como al Wi-Fi y Bluetooth?

En este artículo, examinaremos con más detalle lo que los estudios científicos han encontrado a este respecto y discutiremos cómo podemos interpretar estos resultados en el contexto del uso de teléfonos inteligentes.  

Los dispositivos electrónicos como los teléfonos inteligentes utilizan diferentes tecnologías para comunicarse de forma inalámbrica entre sí y con Internet. Las más comunes, junto a las redes móviles como el 4G y el 5G, son el Wi-Fi y el Bluetooth. Ambas utilizan radiación electromagnética del rango de las ondas microondas (alrededor de 2.4 GHz) para intercambiar datos. 

En general, la radiación electromagnética puede tener un amplio rango de frecuencias formas; desde ondas de radio o microondas, pasando por el espectro de la luz visible y llegando a los rayos X y gamma. Para evaluar la peligrosidad de la radiación electromagnética, es importante diferenciar entre su frecuencia y su potencia. Es bien conocido que la energía asociada a los fotones de una onda es proporcional a su frecuencia. Por tanto, radiaciones de baja frecuencia como las ondas radio y las ondas microondas son menos peligrosas que las de más alta frecuencia como la luz visible, los rayos ultravioleta o los rayos X. La potencia de la radiación indica cuántos fotones por unidad de tiempo se emiten y con ello, la probabilidad de que se produzcan daños. Por lo tanto, el daño potencial de la radiación electromagnética depende tanto de su frecuencia como de su intensidad [2].

¿Son el Bluetooth y el Wi-fi peligrosos para nuestra salud?

Las señales de Bluetooth y Wi-Fi operan a unas frecuencias que se consideran seguras ya que son más bajas incluso que otras radiaciones inocuas como la luz. Sin embargo, igual que nos podemos quemar debido a una elevada exposición solar, como  por ejemplo la del sol del mediodía, es posible que una radiación microondas elevada cause daño en las células y en los organismos [4-7]; después de todo, podemos cocinar alimentos utilizando una elevada radiación microondas producida por los hornos microondas. La pregunta debería de ser por tanto: ¿Funcionan el Bluetooth y el Wi-Fi a potencias que son seguras para los humanos? 

En los últimos 20 años se han realizado múltiples estudios científicos tratando de resolver esta cuestión. Para interpretar adecuadamente sus resultados, primero debemos distinguir los diferentes objetivos de los estudios. Algunas investigaciones pretenden demostrar que las radiaciones microondas pueden, en principio, causar daño en las células y los organismos, por lo que emplean potencias de radiación que superan ampliamente los límites legales para usos comerciales [3] y a menudo también aplican tiempos de radiación muy largos. De este modo, se ha demostrado que la radiación microondas puede causar daño celular [4,5] y puede provocar cáncer en ratones [6,7]. Sin embargo, como hemos mencionado anteriormente, estos resultados no pueden usarse para evaluar la seguridad de las tecnologías de las comunicaciones inalámbricas. Para ello los científicos deberían llevar a cabo experimentos de baja intensidad de radiación en animales o grandes estudios epidemiológicos en humanos. Hasta la fecha, ningún estudio ha sido capaz de mostrar de forma rigurosa una relación causal entre la radiación microondas de uso comercial y los efectos adversos para la salud como el cáncer [8-10].

Aunque esto descarta de forma convincente los riesgos elevados, muchos investigadores señalan que excluir los riesgos bajos es más difícil, ya que los estudios epidemiológicos son menos sensibles a los efectos más sutiles debido a la forma en la que están diseñados dichos estudios [11]. Por lo tanto, la investigación sobre el tema continua y en 2011, la Organización Mundial de la Salud clasificó algunas radiaciones electromagnéticas como “posiblemente cancerígenas para los humanos” [12]. 

Esto puede parecer drástico dada la escasa probabilidad de que exista un riesgo para la salud, pero puede ser prudente pecar de precavido por ahora, ya que más de tres cuartas partes de la población mundial posee un teléfono inteligente.

Bibliografia:

  1. S. O’Dea, “Smartphone users worldwide 2016-2021”, statista, 2021
  2. Demtröder W. Experimentalphysik 2: Elektrizität und Optik. Springer. 2013
  3. Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE). IEEE standard for safety levels with respect to human exposure to radio frequency electromagnetic fields, 3 kHz to 300 GHz. IEEE Std C95.1. 2005
  4. Deshmukh, PS et al. Detection of Low Level Microwave Radiation Induced Deoxyribonucleic Acid Damage Vis-à-vis Genotoxicity in Brain of Fischer Rats. Toxicology international. 20(1). 2013
  5. Durdik, M et al. Microwaves from mobile phone induce reactive oxygen species but not DNA damage, preleukemic fusion genes and apoptosis in hematopoietic stem/progenitor cells. Scientific Reports 9, 16182. 2019
  6. Capstick M, et al. Life-Time Dosimetric Assessment for Mice and Rats Exposed in Reverberation Chambers of the 2-Year NTP Cancer Bioassay Study on Cell Phone Radiation. IEEE Trans Electromagn Compat. 59(6):1798-1808. 2017
  7. Lin JC. Cancer Occurrences in Laboratory Rats From Exposure to RF and Microwave Radiation. IEEE Journal of Electromagnetics, RF and Microwaves in Medicine and Biology. 1(1):2-13. 2017
  8. Johansen C, et al. Cellular telephones and cancer–a nationwide cohort study in Denmark. J Natl Cancer Inst. 93(3):203-7. 2001
  9. Benson VS et al. The case of acoustic neuroma: comment on mobile phone use and risk of brain neoplasms and other cancers, International Journal of Epidemiology, 43(1):275. 2014
  10. INTERPHONE Study Group. Brain tumour risk in relation to mobile telephone use: results of the INTERPHONE international case-control study. Int J Epidemiol. 2010
  11. WHO TEAM Radiation and health. Radiation: Electromagnetic fields. WHO Q&A Detail. 2016
  12.  WHO. IARC classifies radiofrequency electromagnetic waves as possibly carcinogenic to humans. Press Release No. 208. 2011
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