The Second Scientist ESP
Marie Curie, una mujer pionera en su tiempo

Marie Curie, una mujer pionera en su tiempo

Resumen:

  • Esta serie de artículos pretende presentar a mujeres científicas cuyo trabajo fue clave en la historia de la ciencia.
  • Marie Curie ganó el Premio Nobel de Física en 1903 por la teoría de la radiactividad y el de Química en 1911 por el descubrimiento del radio.
  • Fue la primera mujer en ganar un Premio Nobel y la primera y única persona en ganar dos Premios Nobel en distintas categorías.
  • Marie Curie destacó tanto por su contribución a la ciencia como por su compromiso social y sus altas convicciones morales.

La historia está repleta de mujeres brillantes que a pesar de los impedimentos impuestos por las sociedades de sus épocas, jugaron un papel protagonista en el avance de la ciencia y la configuración del mundo. “The second scientist” es una nueva serie de artículos cuyo objetivo es dar a conocer al lector algunas de estas extraordinarias científicas. El nombre de la sección se debe al libro de Simone de Beauvoir “El segundo sexo”, en el que se exploraba las limitaciones sociales impuestas a las mujeres. Además, se inspira en el documental “Picture a scientist”, que explica los retos a los que se enfrentan actualmente las mujeres en los distintos campos científicos y aboga por la igualdad de género. En cada artículo nos adentraremos en la vida y la labor científica de distintas científicas, sin más aspiración que la de dibujar sus figuras en nuestro imaginario y despertar curiosidad por su trabajo.

No se podía empezar esta serie de otra manera que no fuera con Marie Curie, una pionera excepcional. Fue la primera mujer en ganar un Premio Nobel y la primera persona en ganar dos. De hecho, es la única persona que ha ganado dos Premios Nobel en dos categorías distintas. También fue la primera mujer en licenciarse en ciencias en La Sorbona, la primera mujer en obtener un doctorado en Francia, la primera Profesora en la Universidad de París e incluso la primera mujer en ser enterrada por sus propios méritos en el Panteón de París en el 1995, años después de su muerte. 

Marie Curie, cuyo nombre de soltera era Maria Skłodowska, nació en 1867 en Varsovia y creció en el seno de una familia que, aunque no era rica, era culta. Su interés temprano por la ciencia y la cultura, la llevó a estudiar en la Sorbona de París (en aquella época las mujeres no podían estudiar en la Polonia ocupada por la Rusia Zarista). Al llegar a París en 1891 para proseguir sus estudios, cambió su nombre por el de Marie y más tarde, tras casarse con el físico Pierre Curie en 1895, adoptó su apellido. Marie y Pierre se conocieron en una cena organizada por un amigo en común y se enamoraron. Ambos compartían una pasión por el conocimiento científico, el ciclismo y un fuerte compromiso social. 

Tras licenciarse en Física y en Matemáticas, Marie centró su investigación doctoral en el estudio de la radiactividad, inspirada por los trabajos del físico Henri Becquerel, que había descubierto que las sales de uranio emitían rayos de naturaleza desconocida. Por serendipia (como suele ocurrir a menudo en los descubrimientos científicos), Becquerel observó que al colocar sales de uranio en una placa fotográfica dentro de un cajón oscuro, la placa estaba inexplicablemente expuesta (exposición), revelando que las sales de uranio emitían algún tipo de radiación penetrante. Este trabajo allanó el camino a Marie y  Pierre Curie, que profundizaron en el estudio de la radiactividad. Aunque al principio tuvieron que investigar en un cobertizo “mal ventilado y frío”  —condiciones precarias incluso para la época—, finalmente pudieron identificar los elementos radiactivos radio y polonio. Este descubrimiento llevó a Marie a convertirse en la primera mujer en recibir el Premio Nobel, junto a Pierre Curie y Henri Becquerel, en 1903, a pesar de la resistencia inicial de la academia por su género.

Movidos por un compromiso humanista, Marie y Pierre se negaron a patentar el radio y renunciaron a cualquier beneficio económico de su descubrimiento, cediéndolo a la humanidad. Tras este avance, investigadores de todo el mundo exploraron sus aplicaciones médicas, por ejemplo la radioterapia, que aún se utiliza hoy en día para tratar tumores, aunque la fuente radiactiva procede de un elemento distinto (cobalto-60). En aquella época no se conocían bien los riesgos para la salud asociados a la exposición a materiales radiactivos. 

Tras ganar el Premio Nobel, la pareja continuó sus investigaciones sobre los materiales radiactivos y sus propiedades. Sin embargo, en 1906, la muerte de Pierre conmocionó a Marie. Él ya estaba debilitado por los efectos de la investigación de elementos radiactivos y, desgraciadamente, murió atropellado por un coche de caballos. Tras el trágico accidente, Marie se refugió en el trabajo, dedicándose al estudio de las sustancias radiactivas y asumió responsabilidades docentes en la Universidad, sustituyendo a Pierre y convirtiéndose así en la primera mujer que enseñaba en la Sorbona. Tras persistentes esfuerzos, consiguió aislar con éxito el radio puro, un notable logro que le valió más tarde su segundo Premio Nobel, en esta ocasión en la disciplina de Química. 

Unos años más tarde, cuando aún estaba apesadumbrada por la muerte de su marido, Marie se enamoró de Paul Langevin, un colega científico y antiguo alumno de su difunto marido y que estaba casado. Mantuvieron una larga relación que provocó un gran escándalo en la prensa y dio lugar a difamaciones contra Curie, que gozaba de una increíble popularidad en aquella época. Estas calumnias sobre Curie llegaron a afirmar que sin su marido ella no habría hecho nada notable e incluso llegaron a influir al comité del Premio Nobel, que dudó en concederle su segundo Premio Nobel. Ante esta negativa, Marie respondió con firmeza a Estocolmo: «El premio se me concedió por mis descubrimientos científicos en radiactividad. Creo que no hay ninguna relación entre mi trabajo científico y los hechos de mi vida privada«. Finalmente, pudo recoger su segundo Premio Nobel y en su discurso de aceptación rindió homenaje a Pierre, pero también dejó claro que su trabajo era independiente del de él. Cabe mencionar que nadie exigió responsabilidades a Langevin, que continuó su carrera académica sin perturbaciones.

Marie Curie destacó no sólo por su contribución a la ciencia, sino también por su altruismo. Durante la Primera Guerra Mundial, demostró su compromiso social aplicando sus conocimientos sobre los rayos X. Junto con su hija Irène, de 17 años, tomó radiografías en las trincheras para obtener imágenes médicas para el tratamiento de los soldados heridos. Además, en 1921 fundó en París el prestigioso Instituto Curie, que sigue siendo un centro puntero en la investigación del cáncer.

Es difícil comprender por qué Marie, a pesar de las pruebas cada vez más numerosas del peligro del radio, no tomó las precauciones suficientes. En su laboratorio puso en práctica algunas normas de seguridad, pero ni ella ni su hija las respetaron realmente. La ciencia que le proporcionó alivio y éxito tras sufrir la terrible pérdida de su marido, fue la que finalmente la acabó matando. Expuesta durante años a altas dosis de radiactividad, murió de anemia perniciosa causada por la radiación. Además de ser una extraordinaria y trabajadora científica, crió sola a sus dos hijas. Una de ellas, Irène Curie, ganaría el Premio Nobel de Química en 1935, pero desgraciadamente murió joven de leucemia, probablemente provocada por su continua exposición al radio.

La magnitud profesional de Marie Curie fue una absoluta rareza de su época —Una científica extraordinaria que no sólo hizo contribuciones que salvaron vidas y abrió nuevos caminos para otras científicas, sino que literalmente entregó su vida a la ciencia dejando un legado imborrable. 

Referencias: 

  1. https://loc.gov/search/?in=&q=marie+curie+&new=true&st=
  2. https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/mujeres-cientificas-aula/
  3. Obsessive Genius: The Inner World of Marie Curie (Great Discoveries)
  4. La ridicula idea de no volver a verte – Rosa Montero 
  5. Marie Curie autobiographical notes (appendix of the book “La ridícula idea de no volver a verte, Rosa Montero)
  6. «Marie Curie – Research Breakthroughs (1807–1904) Part 1» . College Park: American Institute of Physics. Consultado el 7 de noviembre de 2011.
  7. https://es.wikipedia.org/wiki/Marie_Curie
  8. https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20200919/33350/belleza-radiante-radioactiva.html
  9. https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/tipos/radioterapia#:~:text=Terapia%20de%20radiaci%C3%B3n%20(tambi%C3%A9n%20llamada,dientes%20o%20de%20huesos%20fracturados
  10. https://academic.oup.com/chicago-scholarship-online/book/29726/chapter-abstract/250845713?redirectedFrom=fulltext

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